Consúltenos

Para mucho de los gestores de los proyectos museísticos, ven su existencia relaciona con la necesidad de generar una oferta que promueva la visitación de nacionales o extranjeros y ello promover ingresos financieros a nivel local o institucional.  Sin embargo, el generar entradas de recursos no es el único y principal beneficio que puede traer un proyecto de este tipo los interesados y sus contextos como proyecto.  Existen otros importantes beneficios, como lo es la puesta en valor de su propio patrimonio tangible e intangible, natural o cultural en la consolidación y reforzamiento de los diversos rasgos identitarios congruentes con los involucrados (gestores, administrativos, funcionarios y visitantes).  Así mismo, un proyecto museológico puede traer nuevas ofertas de empleo, desarrollo de mercados de servicios paralelos al espacio museístico, tales como transporte, alimentación, hospedaje, guía, interconexión con otros puntos de interés cultural, histórico y natural, entre otros.

En el área de la museología nuestro país no cuenta con normativa general que dicte políticas que regulen el quehacer del sector de museos.  Algunas de las instituciones culturales de carácter museológico cuentan con un instrumento propio (Decreto Ejecutivo, Ley, acuerdo institucional, gremial o comunal, proyecto museológico, entre otros) con los que definen los principios orientadores que dan vida a la estructura operativa del mismo.  Así mismo, existen principios internacionales dictados por el Consejo Internacional de Museos (ICOM) de la UNESCO, los cuales dan elementos orientadores operativos y éticos que sirven de base al quehacer museológico nacional.

A nivel museológico no existe una receta única que determine el proceso a seguir para el desarrollo de un espacio museístico.  La estrategia de ruta se define a partir de una evaluación de condiciones con que cuenta el desarrollo del proyecto museológico y la meta a alcanzar.  Algunos de ellos inician con la prioridad de proteger las colecciones, otros con la definición del marco conceptual del proyecto, también los hay que trabajan desde la regulación con los derechos sobre el espacio físico, así como lo hay algunos que su proceso inicia con la propuesta museográfica.  Un proceso nuevo por lo general inicia conociendo el contexto local, regional, nacional y mundial sobre la propuesta de espacio museológico con el propósito de determinar qué tan novedoso es el tema propuesto, cómo opera y es administrado la instancia y cómo ha resultado la vida operativa del mismo. Paralelo a ello conocer las condiciones de organización y disposición de personal (voluntario o de la organización), posibles colecciones y su estado legal, espacio físico, entre otros.

Cualquier grupo, institución o entidad organizada en la puesta en valor de un patrimonio con fines de protección, conservación y divulgación sobre un eje temático específico.

El Museo Nacional de Costa Rica ofrece apoyo y asesoría en distintos campos de conocimiento acorde con su naturaleza institucional, como en el campo de la museología, Historia, Antropología, Arqueología, Historia Natural, colecciones.  Esto se logra a través de un acercamiento con los funcionarios a cargo del Departamento especializados con la temática.  En el campo de la museología, nuestra institución ofrece acompañamiento en asesoría y apoyo a procesos conceptuales legítimos como futuro espacio museológico, que demuestren no tener fines de lucro, que vayan a estar al servicio de la sociedad, con objetivos educativos y de protección y puesta en valor de algún tipo de patrimonio.  Posterior de un primer acercamiento se recomienda realizar una solicitud formal dirigida a la Dirección Institucional con el cual respaldar el uso del tiempo y recursos del Programa de Museos Regionales y Comunitarios.

El Museo Nacional de Costa Rica con el Decreto Ejecutivo N° 28089-C le fueron trasladadas en el año 2000 las funciones de la extinta Dirección General de Museos. Sin embargo, en el año 2007 con el Decreto N° 33565-C las responsabilidades se limitan a la elaboración y aprobación de proyectos y dictar políticas que mejoren el funcionamiento y la calidad del servicio prestado por los museos que contribuyan al conocimiento de la riqueza cultural y científica del país.  En este sentido el Programa de Museos Regionales y Comunitarios procura en la medida de sus posibilidades brinda apoyo y asesoría a las instancias y proyectos museológicos en procura de mejorar la calidad de la oferta museística como parte de su política de una mejor puesta en valor del patrimonio cultural y natural distribuido en los distintos puntos del país.

Cada espacio requiere contar con personal tanto no especializado como especializado, pero esto depende del tipo de proyecto, su complejidad, servicios, colecciones, cantidad de visitantes, actividades, entre otros.  Así mismo depende de la forma de organización operativa y disponibilidad de recursos, algunos recurren a contratos temporales o por productos o buscan apoyo a nivel de gestión voluntaria.

Esto depende de la complejidad del proyecto, de los servicios, actividades, colecciones, número de visitantes, espacio físico, etc.  En el país existen proyectos que son administrados por miembros de la comunidad local y otros por voluntariado.  Independientemente del tamaño de la infraestructura y de la cantidad de actividades y proyectos que manejen, estos espacios museísticos atienden sus áreas administrativas, protección del patrimonio, educativas y de mantenimiento, a su vez gestionan apoyos puntuales para ciertos productos o apoyos profesionales. En el caso del Museo Nacional de Costa Rica cuenta con una planilla de poco más de 120 personas, pero en el país existen otras instituciones museísticas que cuentan con un mayor número de funcionarios.

Para un proceso de desarrollo de proyecto museológico es necesaria una asesoría especializada en el campo de la museología.  Sin embargo, el requerimiento de una asesoría puede variar según las necesidades específicas y el nivel de avance del mismo.  De esta forma, por ejemplo, si se trata de una necesidad de conservación de colecciones, lo más conveniente es contar con el apoyo de un especialista que cuente con la formación y experiencia del caso.

El gran temor que presentan algunas personas involucradas con las iniciativas de proyectos museológicos, es cuando se les habla de que el concepto de Museo claramente señala que se tratan de instancias sin fines de lucro.  Esta característica hace referencia a la incapacidad de los espacios museísticos de generar un enriquecimiento de una o varias personas, puesto que el fin de estos sitios culturales son el deleite, disfrute y aprendizaje a partir del patrimonio bajo su custodio.  No entran dentro de este concepto de lucro todas aquellas acciones realizadas por la administración que buscan la autosostenibilidad del proyecto, tales como lo son la percepción recursos económicos por la colecta del monto de la entrada para tener ingreso a los espacios expositivos, así como otros cobros de servicios, ventas de libros y suvenires, entre otros.

Los espacios museísticos definen sus requerimientos de lugar de acuerdo con la naturaleza del proyecto, objetivos y fines que definen el tipo de actividades que van a realizar, los servicios que se quieren ofrecer a los visitantes, el tipo de áreas expositivas, la cantidad y características de sus colecciones, áreas administrativas, expectativas de tipo de visitantes, entre otros.  Todo ello conlleva a establecer eventuales particularidades en tamaño, seguridad, accesibilidad, iluminación, etc. Para determinar cómo debe de ser las necesidades de espacio se recomienda se realice una definición de las características y alcances museológicos que contribuyan a determinar la composición física requerida.